Wow, ha pasado todo un mes y realmente, ni siquiera recordaba el blog. No se que me pasa, vivo como... Como si yo fuese un cardo borriquero plantado en mitad de un campo que es la nada, y viese todos los días pasar un tren cerca de mi, que lo asemejo a la vida. Sí, exacto. Veo mi vida pasar desde el exterior.
El caso, hace un mes decidí que lo mejor para mi sería volver con Ana pero claro, después de tanto tiempo sin ella, el hecho de volver a intentarlo todo del tirón fue fallido. Terriiiiiblemente fallido. Tanto que de hecho, incluso yo creo que engordé un par de kilos en este mes. La última vez que fui de compras me traje unos pantalones de la 38 pero uuf, me cierran con esfuerzo cuando antes casi me venían grandes. Hoy, me he puesto unos vaqueros que hacía tiempo (no más de dos semanas) que no me probaba y adivinad: sí sí, cual salchicha embutida que asco doy. Soy débil, lo reconozco abiertamente aunque con gran vergüenza pero, ¿qué hacer?
Basándome en el pasado, lo mejor que podría hacer sería empezar a comer sólo a mis horas (nocilla, chuuuuuuches a todas horas es lo que hacía casi hasta ahora..), eliminando tales alimentos corrosivos para el cuerpo, y después ir restringiendo cantidades poco a poco.
Me avergüenzo, no me gusto nada a mi misma, me repudio y eso... No es lo normal...
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